El crecimiento que antes era rápido en los precios de vivienda ha experimentado una desaceleración, pero ha ocurrido un cambio intrigante en el panorama inmobiliario. El tiempo que tarda una propiedad en pagarse ha disminuido significativamente, particularmente en ciudades clave como Ankara, Estambul, Izmir y Gaziantep.

En Estambul, la inmensa demanda ha llevado a una notable reducción en el periodo de recuperación de la inversión, que ahora oscila entre 18 y 21 años, en comparación con los 21 a 23 años registrados a finales de 2021.

Izmir ha experimentado un aumento en popularidad, resultando en un considerable incremento de las tarifas de alquiler. Este aumento se atribuye a individuos que inicialmente buscaron refugio en la ciudad durante la pandemia y decidieron hacer de ella su residencia permanente, impactando el período de recuperación típico en menos 2 años.

Ankara, con sus tarifas de alquiler en aumento y un flujo importante de residentes debido a la "migración interna", destaca como una de las provincias menos propensas a los terremotos. Como resultado, el retorno de la inversión ha disminuido notablemente, oscilando entre 15 y 18 años.

Gaziantep, a pesar de haber sido severamente afectada por un terremoto, está experimentando un retorno más rápido de las inversiones. La ciudad, que enfrenta una escasez real de viviendas, ha contribuido a un período de amortización de 16 a 18 años, en comparación con los 22 a 24 años registrados en 2022.

Este cambio en el mercado inmobiliario turco presenta una oportunidad convincente para los inversores, mostrando el potencial de retornos más rápidos y rentabilidad en ciudades seleccionadas.